Reproduzco a continuación un artículo que escribí en el 1995 y que después en distintas versiones ampliadas incluí en dos libros que escribí; Una Economía en Transición del 1996 y en Crónica de la Crisis Económica Dominicana, publicado en el 2005. Igualmente, algunas de estas recomendaciones estaban en los distintos anteproyectos de la década de los noventa de Código Monetario y Financiero, hasta que en su última versión fue totalmente cambiado.
Ahora, en la actual Ley Monetaria y Financiera No.183 del 2002, la idea de crear una nueva institución mixta como banco de segundo piso fue radicalmente cambiada, al ordenar el traspaso al Banco Nacional de la Vivienda de todos los activos del DEFINPRO, sin explicar de que forma se capitalizará el nuevo BNV, si le conviene o no al BNV o, si el fondo, es viable tal operación de fusión forzada, sin ningún apalancamiento real financiero. Por eso, el país no tiene un Banco de Fomento de la Producción y las Exportaciones, de segundo piso, para prestar a mediano y largo plazo.
Creo que el BNV tiene otra función y otra filosofía viviendista y que le será casi imposible realizar con éxito esta fusión. Entiendo, además, de que como no sería viable, perjudicará a los sectores productivos y de exportación y será el gran ausente en un programa de mejoría de la competitividad del sector privado. En la nueva ley monetaria y financiera existe un gran vacío en torno al futuro real del DEFINPRO y tal parece que ante la premura comprensible de aprobar la dilatada ley, se optó por una figura de compromiso, sin ninguna posibilidad real de ejecución. Para contribuir al debate, sería bueno que el Banco Central publique el Estado Financiero y de Resultados del DEFINPRO, como hacen todas las instituciones financieras y de paso explique como el BNV puede absorber al DEFINPRO, sin un elevado aumento de capital y sin un tratamiento adecuado a las enormes pérdidas cambiarias que acumula de mas de RD$ 3,500 millones o más.
El llamado DEFINPRO — antiguo Fondo FIDE e INFRATUR del Banco Central –, en el pasado fue el principal Fondo de financiamientos a largo plazo, para proyectos de desarrollo industrial, agrícola, ganadero y hotelero, pero por la nueva Ley Monetaria y Financiera fue pasado a Banco Nacional de la Vivienda (BNV). El rol del antiguo DEFINPRO fue fundamentalmente para que, junto con las leyes de incentivos sectoriales que existieron, se pudieran crear y desarrollar los sectores industriales y turísticos que hoy tiene el país. Como fuente principal de créditos a largo plazo, estos Fondos de financiamiento al desarrollo tuvieron años de desembolsar importantes sumas netas al año, pero también sufrieron varios años de escasa captación de recursos y de tener que frenar sus desembolsos de créditos.
El origen de este problema financiero se ha debido a que DEFINPRO está enclavado en BNV, que por su propia naturaleza tiene otros objetivos de desarrollo de la vivienda. Esta situación de ambivalencia operacional y falta de recursos para prestar tiene un alto costo para el desarrollo sostenido de los sectores productivos y para los empresarios, que de pronto ven los desembolsos de sus créditos detenidos o dilatados, o hasta se han visto numerosos casos de proyectos parados temporalmente por falta de recursos. Lo peor es que no existen verdaderas ventanillas para préstamos a mediano y largo plazo para fomentar la producción y las exportaciones. Esto es un grave problema para aumentar la oferta exportable frente a la apertura comercial y los TLC´s.
Entendemos, pues, que ha llegado la hora de realizar esta separación para que exista una indispensable continuidad ascendente en los créditos y desembolsos del antiguo DEFINPRO dentro del BNV cada año y para que pueda buscar su autogestión, tanto captando nuevos recursos nacionales e internacionales, así como prestando más fondos a mediano y largo plazos. Para lograr este objetivo se debe crear el Banco Nacional de Fomento de la Producción y de Exportación (BNFPE), el cual debe operar como banco de segundo piso y como el principal financiador del desarrollo.
Administración: En el orden jurídico y administrativo, en la primera etapa se debe estudiar la estructura financiera y las áreas legales del DEFINPRO dentro del BNV y después separarlo y convertirlo por ley en sociedad mercantil en Banco Nacional de Fomento de la Producción y de la Exportación (BNFPE). Recomiendo fundarlo como compañía por acciones para que se pueda constituir más rápido.
El BNFPE debe tener completa autonomía del Banco Central, con un capital mixto, mayoritariamente público y con el 49% privado, de inversiones de los mismos intermediarios financieros, compañías de seguros, bancos extranjeros, fondos de pensiones privados, e inversiones individuales realizadas en la Bolsa de Valores del país. Su capital debe ser de RD$ 5,000.0 millones en acciones comunes como mínimo. El Director General, debe ser nombrado por el propio Consejo Directivo. El BNFPE operaría así como un banco de bancos en materia de desarrollo para realizar operaciones de segundo piso. Sería una moderna institución para captar y prestar recursos de manera más flexible y ágil y como un centro de arbitraje y colocación de fondos a mediano y largo plazo.
Operaciones de Captación: El BNFPE debe captar recursos nacionales e internacionales de diferentes fuentes y a través de distintos mecanismos. Tomaría préstamos internacionales de organismos multilaterales; de otros bancos de desarrollo regionales, emitiría bonos en dólares y en pesos, para colocarlos en el mercado nacional y externo a través de la banca y de la Bolsa de Valores; emitiría certificados o bonos especiales de mediano y largo plazo para ser adquiridos por las compañías de seguros y fondos de pensiones; colocaría instrumentos pasivos en el mercado secundario y a través de ventas de carteras de préstamos y, por supuesto, operaría activamente en un futuro mercado de capitales.
Por un tiempo también podría recibir recursos del Presupuesto Nacional para programas específicos con intereses subsidiados focalizados, manejar Fondos en Fideicomiso y establecer distintos fondos con diferentes programas de créditos, según la naturaleza de cada captación. Los aportes del Banco Central cuando fuese necesario deben estar incluidos en la programación monetaria anual, de manera que sea compatible con el equilibrio global, y propenda al crecimiento de la producción sin afectar la estabilidad de precios.
Operaciones de Créditos: En las operaciones de créditos es donde se debe realizar una profunda reforma. Dentro del BNV el viejo DEFINPRO que apenas tiene operaciones, pero en principio, sólo opera en créditos por proyectos, pero no brinda recursos en forma de préstamos globales a las intermediarias, ni financia la compra de equipos solamente, tampoco tiene líneas para capital de trabajo, ni apoya las emisiones de bonos o títulos de valores de los proyectos que se desarrollan, ni financia de manera complementaria directa o indirectamente a través de la Bolsa de Valores.
El crédito por proyecto, es una concepción necesaria pero no única, que se justificó al principio, pero ahora las operaciones crediticias deben ser más variadas y ofrecer distintos planes de financiamientos más novedosos y complejos. Estos programas de financiamientos deben ser opcionales y distintos. Deberán brindar créditos para capital de trabajo, de exportación de pre y post embarque, para compra de equipos solamente y préstamos a mediano y largo plazos. También deben existir programas especiales para créditos hoteleros, industriales, agrícolas (incluido la caña de azúcar), pesqueros, ganaderos y de exportaciones. Cada uno tendría una política y condiciones de préstamos específicas, con plazos, intereses y períodos de gracia diferentes, según el sector o el proyecto.
Los programas de financiamiento, entre otros, pueden ser los siguientes:
1- Créditos por proyectos existentes o de ampliación.
2- Créditos de capital de trabajo exclusivamente, o dentro del plan de inversiones de un proyecto, para compra de materia prima y de equipos.
3- Préstamos globales a cada institución en base a una proporción de su capital y por garantías hipotecarias en primer rango.
4- Avales permanentes o temporales, hasta una proporción 45% o más, del costo del proyecto.
5- Avales totales o parciales de emisiones de bonos o títulos de proyectos, tales como agroindustriales, hoteleros, mineros y pesqueros, en base a condiciones especiales de fiscalización y auditoria anual del proyecto.
6- Venta de cartera de préstamos de las intermediarias.
7- Participar activamente en la Bolsa de Valores.
8- Servir de cofinanciador y supervisor de créditos internacionales dirigidos a proyectos específicos, brindando un aval técnico o financiero, según las garantías.
9- Administrar un Fondo de Financiamiento de las Exportaciones, un Fondo de Financiamiento y otro de Garantías para la Pequeña y Mediana Empresa.
Resumen:
Como se puede apreciar, el actual DEFINPRO convertido en un moderno BNFPE debería convertirse en la institución más importante para financiar el aumento de la producción y de las exportaciones. Esta reforma es fundamental para crear nuevas inversiones, empleos y para generar más divisas. Una política activa de financiamiento del desarrollo, llevada en forma sana y moderna, es compatible con el mantenimiento del equilibrio y la estabilidad monetaria, particularmente si el Gobierno mantiene el equilibrio consolidado de las finanzas públicas.
Recomiendo estudiar la mejor forma de convertir el antiguo DEFINPRO actualmente en el BNV, en un verdadero Banco Nacional de Fomento de la Producción y Exportaciones (BNFPE), pues entiendo que son funciones y especialidades muy distintas. Es bueno y muy correcto que el BNV se convierta en un banco de segundo piso, como hemos escrito muchas veces, pero especializado solo para la vivienda y urbanizaciones y con su propio mercado secundario. Mezclar fomento de la vivienda, con desarrollo agropecuario, industrial, hotelero, crédito de exportaciones, transporte y otros, en una institución con más treinta años de vocación viviendista sería un error para las dos partes.
El BNV requiere de un gran apoyo financiero y realizar su conversión dentro de su propio campo de la vivienda. Por su lado, el viejo DEFINPRO también le conviene sacarlo del BNV, pero como una entidad de segundo piso mixta, con los objetivos y programas que hemos descrito en el artículo. El BNFPE.
Por todas estas razones, lo más conveniente sería que se examine con calma todo este tema y que al final se modifique la ley monetaria y financiera y se adecue a lo más sensato y viable y lo más conveniente para el aumento de la producción nacional y las exportaciones. La creación de esta entidad capitalizada mixta y refundada financieramente sobre la base de la filosofía del viejo DEFINPRO se convertiría en el Banco de Fomento de la Producción y de las Exportaciones (BNFPE) en una pieza angular del desarrollo nacional y del aumento de la competitividad del sector privado. Debe ser visto como parte del Plan Nacional de la Competitividad, que se está elaborando y de una reforma del sector financiero más acorde con los tiempos y la competencia internacional.
29 de marzo de 2008